A la vuelta de mi Erasmus, en 2007, conviví con dos italianos de Florencia que vinieron a estudiar a Granada. Tenían un gato llamado Gordo, siempre estaban de viaje y cocinaban poco.
Como buenos italianos, me enseñaron esta receta sencilla y rica. Con dos o tres ingredientes bien escogidos, elaboraban estupendos manjares italianos.
Qué necesitas:
-Pasta (a ojo, siempre acabarás cociendo más de la que necesitas)
-Sal y pimienta
-Aceite de oliva
-Ajo
-Setas (OJO, no champiñones: setas)
-Nata de cocina o crema vegetal (si eres vegano)
-Perejil fresco
Cómo se prepara:
Empieza por cocer bien la pasta. Pon abundante sal en el agua, es cuanto necesitas, y añade la pasta cuando comience a hervir. Deja que cueza lo justo, que se quede un poco al dente (no eres mi abuela para someter a los macarrones a esa tortura de hora de cocción).
La salsa, esto es, el mejunje:
Lamina los ajos, dos o tres, tampoco nos volvamos locos. Trocea las setas (yo compro esta bolsa de Jumbo/Alcampo/Auchan con una mezcla interesante de distintas setas congeladas ya partidas). Cuando los ajos estén dorados en el aceite caliente. añade las setas y deja que pierdan un poco el agua. Salpimenta.
Cuando las setas sólo tienen un resto de su caldillo, añade la nata o crema vegetal (opción vegana), y mezcla todo para que el sabor de las setas se disperse por la crema.
Pica el perejil fresco: no tienes que picarlo hiperfino, ya verás cómo huele a medida que lo cortas.
Añade generosamente a la mezcla, remueve bien.
Añade la pasta, corrige de sal y pimienta en la sartén y sirve.
Ya está.
¿Fácil? No.
¡Facilísimo!
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