En mi empeño por variar la dieta, aunque no soy muy fan de la verdura ni del pescado, y en un triste intento de recrear una versión económica del arroz de polvo portugués, un día me puse a ello y saqué este plato rico, rico y con fundamento. Vamos, el plato que podrías hacer cuando tienes visita de tus padres a casa y quedar como un rey: La lista de la compra -Pulpo (o cualquiera de sus versiones cutres/baratas/de segunda): yo lo compro congelado y dejo que se descongele en la nevera el día de antes. -Arroz redondo (como con la pasta, es inútil calcular cantidades: un puñado generoso por cabeza) -Tomates rojos, maduros, sabrosos -Ajo y cebolla -Aceite, sal y pimienta -Vino blanco -Cilantro fresco -Laurel (si no tienes, tampoco pasa na) Al lío Lo primero es cocer el pulpo. Basta con ponerlo en una olla, cubrirlo de agua, añadir una hoja de laurel (ya ves tú lo que va a pasar si no tienes) y sal. Lo cocemos a medio fuego hasta que se ponga blanquecino y/o rosado,