En mi empeño por variar la dieta, aunque no soy muy fan de la verdura ni del pescado, y en un triste intento de recrear una versión económica del arroz de polvo portugués, un día me puse a ello y saqué este plato rico, rico y con fundamento.
Vamos, el plato que podrías hacer cuando tienes visita de tus padres a casa y quedar como un rey:
La lista de la compra
-Pulpo (o cualquiera de sus versiones cutres/baratas/de segunda): yo lo compro congelado y dejo que se descongele en la nevera el día de antes.
-Arroz redondo (como con la pasta, es inútil calcular cantidades: un puñado generoso por cabeza)
-Tomates rojos, maduros, sabrosos
-Ajo y cebolla
-Aceite, sal y pimienta
-Vino blanco
-Cilantro fresco
-Laurel (si no tienes, tampoco pasa na)
Al lío
Lo primero es cocer el pulpo. Basta con ponerlo en una olla, cubrirlo de agua, añadir una hoja de laurel (ya ves tú lo que va a pasar si no tienes) y sal. Lo cocemos a medio fuego hasta que se ponga blanquecino y/o rosado, esto es, hasta que la carne esté bien cocida.
Reservamos el pulpo por un lado, para picarlo con unas tijeras de cocina, y el agua de la cocción por otro.

Para el sofrito, picamos un par de ajos y media cebolla y añadimos aceite de oliva a una nueva olla. El tomate se trocea en dados pequeños a cuchillo. Cuando se comienzan a dorar ajo y cebolla, añadimos el tomate, sal y pimienta. Dejamos que rehogue todo y añadimos el arroz.
El arroz tiene que coger un poco de color mezclado con el sofrito, y en este punto le subiría el fuego. Antes de que se seque, cuando comience a humear la mezcla, es el momento de añadir el vino de cocina (medio vaso largo). Por último, cubrimos el arroz con el agua de cocer el pulpo. Este agua le dará más sabor al arroz mientras se va cociendo.
Personalmente, me gusta que el arroz quede caldoso, así que suelo ponerle bastante agua y voy corrigiendo con sal y pimienta a medida que se va reduciendo.
Cuando el arroz ya está a punto, con los granos un poco duros aún, añadimos el pulpo picado y mezclamos todo con una cuchara de palo.
Acto seguido, picamos cilantro fresco (abundante, es el toque especial del plato) y lo añadimos, ya con el fuego cortado.
Sírvelo antes de que el arroz se haga una plasta y disfruta, está riquísimo. Espolvorea un poco de cilantro fresco en el plato para darle color.
Vamos, el plato que podrías hacer cuando tienes visita de tus padres a casa y quedar como un rey:
-Pulpo (o cualquiera de sus versiones cutres/baratas/de segunda): yo lo compro congelado y dejo que se descongele en la nevera el día de antes.
-Arroz redondo (como con la pasta, es inútil calcular cantidades: un puñado generoso por cabeza)
-Tomates rojos, maduros, sabrosos
-Ajo y cebolla
-Aceite, sal y pimienta
-Vino blanco
-Cilantro fresco
-Laurel (si no tienes, tampoco pasa na)

Lo primero es cocer el pulpo. Basta con ponerlo en una olla, cubrirlo de agua, añadir una hoja de laurel (ya ves tú lo que va a pasar si no tienes) y sal. Lo cocemos a medio fuego hasta que se ponga blanquecino y/o rosado, esto es, hasta que la carne esté bien cocida.
Reservamos el pulpo por un lado, para picarlo con unas tijeras de cocina, y el agua de la cocción por otro.

Para el sofrito, picamos un par de ajos y media cebolla y añadimos aceite de oliva a una nueva olla. El tomate se trocea en dados pequeños a cuchillo. Cuando se comienzan a dorar ajo y cebolla, añadimos el tomate, sal y pimienta. Dejamos que rehogue todo y añadimos el arroz.
El arroz tiene que coger un poco de color mezclado con el sofrito, y en este punto le subiría el fuego. Antes de que se seque, cuando comience a humear la mezcla, es el momento de añadir el vino de cocina (medio vaso largo). Por último, cubrimos el arroz con el agua de cocer el pulpo. Este agua le dará más sabor al arroz mientras se va cociendo.

Cuando el arroz ya está a punto, con los granos un poco duros aún, añadimos el pulpo picado y mezclamos todo con una cuchara de palo.
Acto seguido, picamos cilantro fresco (abundante, es el toque especial del plato) y lo añadimos, ya con el fuego cortado.
Sírvelo antes de que el arroz se haga una plasta y disfruta, está riquísimo. Espolvorea un poco de cilantro fresco en el plato para darle color.
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